Reflexiones de una aprendiza de Dire

@LuzyMar9

He visto coles que funcionan por pura inercia, con equipos directivos dedicados, casi en exclusiva, a rellenar los papeles que nos piden desde arriba. Con maestros dedicados por entero a sus alumnos, pero que no consiguen tener conciencia de claustro, de grupo. No digo que no sea un trabajazo, que lo es. Pero... lo cierto es que, a pesar de la existencia de un Proyecto Educativo de Centro, magnífico documento que se revisa, se evalúa y se modifica, se actualiza.... muchas veces (muchas más de las que nos gustaría) no hay nada más que bonitas ideas, pero ningún plan definido, ningún programa de implantación, nula motivación hacia la formación, y a veces, ninguna capacidad, por parte del centro, de involucrar al claustro en líneas educativas diferentes a aquellas que la inercia determina. El liderazgo, esa asignatura pendiente que estudiamos en la teoría, pero que no es fácil de implementar... En estos meses como #aprendizadedire, es, claramente, lo más complicado. Liderar familias, liderar equipos de trabajo, liderar al Claustro, liderar al Consejo... La solución es fácil: analiza la organización, analiza a aquellos con los que trabajas, detecta a los que aportan, a los que suman, crea grupos y delega. Y detecta también a los que no aportan, a los que restan, porque determinar las razones de su actitud es siempre necesario, para solucionarlo; aunque no siempre es solucionable.

La formación. Asignatura pendiente. Que a los profes funcionarios nos paguen por actualizarnos es un tema que genera muchas reacciones, tema espinoso con polémicas fáciles, más aún en tiempos como los que vivimos, en los que el listón de dicha reacción es cada vez más bajo, y la respuesta cada vez más intensa. Mucha, mucha gente, la gran mayoría, se forma con ilusión y motivada para conseguir lo mejor para los alumnos. Yo trabajo en formación y lo veo. Pero también veo que casi toda esta gente que se forma son islas. La administración desarrolló los modelos de formación en centros para intentar que estas islas no fueran tales. Así, hacemos seminarios, PFC y los antiguos grupos de trabajo también. Horas de formación de equipos de profes más grandes o más pequeños. Con el objetivo común de aprender y aplicar en el centro. Suena bonito. Tenemos las herramientas para el cambio, para la mejora, para la innovación.....Y tenemos la capacidad. Y tenemos el tiempo también, y la asesoría de los centros de formación, y la posibilidad de escuchar, directamente en el centro, a una selección de experto en el tema del que se trate. Todo un privilegio. ¿Cómo es posible, que en estas condiciones, los colegios públicos no sean punteros en innovación, cambios, remodelación de las infraestructuras y los nuevos espacios de aprendizaje....?

La realidad es muy diferente. ¿Es por que no sabemos liderar? ¿Es porque no podemos quedarnos con aquellos que realmente suman, y advertir a los que no lo hacen de que su actitud no beneficia a nuestros alumnos? ¿Cómo conseguirlo, mediante liderazgo únicamente? La tarea no es fácil. Y tampoco agradecida. Y no somos mártires de la causa. Al final, las críticas que suman se analizan y se aprende de ellas. Y las críticas que restan (cualquiera que conozca un colegio por dentro sabe de bandos, de grupos pro y contra equipos directivos), esas nos las comemos, y las olvidamos, porque estamos en puestos directivos para desarrollar los modelos educativos que nos ilusionan, y restar no se puede permitir.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Nos hemos puesto las pilas con la Competencia Digital Docente. Cojea desde el mismo momento en que nos lo hicieron saber. Las prisas nunca son efectivas. Rendir cuentas a Europa por el dinero invertido es, para muchos de nosotros (pobres ignorantes, es cierto), la razón de implementar la CDD en dos años. En pleno cambio de ley. Tenemos tiempo, es verdad... Tenemos que trabajar siete horas y media desde el 1 de septiembre hasta el 30 de junio. Y ojo, que en julio estamos a disposición de la administración. O sea, que también se trabaja.. Pero la administración es la primera que no ha sabido liderar de forma positiva con la CDD. Lo impone. Y por mucho liderazgo positivo que nos vendan a los líderes, al final la imposición es efectiva en circunstancias concretas. Y es deseable en esas circunstancias.