El aprendizaje y yo.

¿Cómo que para qué aprendo? Vamos a ver. En esta profesión nuestra hay que aprender todo el tiempo para poder seguir ofreciendo lo mejor a los alumnos y a su futuro. Eso por un lado. Luego está el hecho de que también aprendo porque, afortunadamente, es algo que me encanta hacer. Y espero poder seguir haciéndolo toda mi vida.

Respecto al cuándo, la respuesta es obvia. Todo el tiempo. Es una cuestión de actitud. Pero sin duda, mis momentos de aprendizaje más intenso ocurren en el aula, cuando observo a mis alumnos, sus reacciones, su forma de pensar, de razonar y de actuar. Pero aprender, aprendo de todo y de todos: en la calle, en el supermercado, en mi casa, en la hora del café con los compañeros, en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los libros, en los viajes, en las películas.... Es una cuestión de actitud.

Y, para responder a la última cuestión, la escuela tradicional tiene fama de no considerar los espacios alternativos como espacios de aprendizaje. Pero he de decir, que yo, que soy de la LGE del 70, he tenido magníficos profesores que eran capaces de hacernos aprender dentro y fuera del aula. No todo era desechable en aquel modelo.